Estamos orgullosos de hacer una odontología slow, que es aquella que busca establecer una relación de reciprocidad entre el profesional y el paciente, obteniéndose un vínculo entre ambos para beneficio de los dos. SLOW no debe confundirse con lento, “no se trata de ser un odontólogo lento, sino de hacer las cosas con calma y que duren”. La Odontología slow se opone a tratar a los pacientes como productos dentro de una cadena de montaje.